martes, 15 de septiembre de 2009

vuelve a surgir el debate...


Frente a las voces que piden la regularización de la prostitución, diversas asociaciones ya reclamaron hace tiempo que el modelo que hay que seguir para alcanzar la igualdad de género, así como acabar con el tráfico de personas, es el de la abolición (modelo sueco), ahí os dejo el manifiesto:

REGULAR LA PROSTITUCIÓN ES LEGITIMAR LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES
MANIFIESTO POLÍTICO:

POR LA ABOLICIÓN DE LA PROSTITUCIÓNNOSOTR@S ABOLICIONISTAS

que reclamamos una sociedad constituida sobre la igualdad y dignificación de las personas, consideramos incompatible el uso y explotación sexual que representa la prostitución, y por ello denunciamos:Que la prostitución constituye, en todos los casos y circunstancias, una enérgica modalidad de explotación sexual de las personas prostituidas, especialmente de mujeres y menores y una de las formas más arraigadas en las que se manifiesta, ejerce y perpetúa la violencia de género.Que la inhibición y tolerancia de los poderes públicos frente a los que organizan, reclutan, transportan, inducen a la prostitución y frente a todos los que obtienen beneficios económicos de la prostitución favorece la expansión y arraigo de una práctica que compromete la vida, salud, integridad psíquica de numerosas personas, especialmente mujeres y menores.Que el prostituidor/cliente, invisibilizado hasta el momento, es responsable con su demanda del desarrollo de la industria del sexo.NOSOTR@S ABOLICIONISTAS reivindicamos que las iniciativas de nuestros responsables políticos han de ir encaminadasA remover las condiciones y circunstancias que permiten, favorecen y propician la prostitución, especialmente mediante la profundización de las políticas de igualdad de oportunidades para mujeres, sin que, en ningún caso, pueda ser reglamentada esta forma de esclavitud.A penalizar todas las modalidades de proxenetismo incluida la de los autodenominados “empresarios del sexo”, medie o no consentimiento de la persona prostituida, en los términos del Convenio de Naciones Unidas para la Represión de la Trata de Personas y de la Explotación de la Prostitución Ajena de 2 de diciembre de 1949 y ello, de conformidad con los compromisos que asumimos ante la Comunidad Internacional, con la ratificación de dicho instrumento.A desarrollar políticas de prevención y especialmente de sensibilización y deslegitimación de los prostituidores/clientes, actores responsables de esta forma de violencia.