miércoles, 20 de julio de 2011

Mujeres sanas: mujeres enfermas para la industria farmacéutica

Acabo de leer que la industria farmacéutica (uno de los dioses contemporáneos) empezará a comerzializar en EEUU, una píldora que elimina la mestruación. Aunque las primeras píldoras anticoncepotivas, al parecer, tenían ese mismo efecto...
Estoy harta de la fijación de la industria farmacéutica con las mujeres sanas, para convertirlas en enfermas. 

Esta claro que las farmacéuticas buscan incrementar beneficios -siguiendo la lógica expansiva propia del capitalismo-,  y para ello, las mujeres somos una mina. Si pintas la menstruación (y ya de paso, la menopousia) como un proceso muy, muy negativo, casi como una enfermedad (en lugar de definirlo como procesos vitales, más o menos llevaderos según la fisiología de cada persona); aumentará el número de mujeres (especialemente las adolescentes, altamente influenciables) dispuestas a medicarse de por vida (aunque estén sanas) con tal de eliminar "al demonio" de sus cuerpos. 
¡Que rabia! Y seguro que ocultarán o habrá desinformación sobre los efectos secundarios...


La regla es un proceso natural, no dejeis que os patologicen. Plantadle cara a vuestro ginecólogx, muchxs de ellxs están vendidxs, y recetan hormonas químicas como si fueran caramelos...

Ahí está la noticia:



martes, 5 de julio de 2011

Manifiesto Feminista de la Asamblea Popular de Leganés

Junio 2011

¡NO SOMOS APARATOS REPRODUCTIVOS
Y MANO DE OBRA BARATA
EN MANOS DE POLÍTICOS, BANQUEROS Y EXPLOTADORES!

Somos jóvenes paradas, estudiantes sin futuro laboral, trabajadoras precarizadas, inmigrantes invisibilizadas, amas de casa empobrecidas por la crisis capitalista, madres solteras, mujeres maltratadas, científicas no reconocidas, artistas infravaloradas, prostitutas estigmatizadas, hetero, lesbianas, bisexuales o trans. Y somos feministas porque rechazamos la esclavitud patriarcal que el sistema nos impone y luchamos por una sociedad de personas libres e iguales.

Somos feministas porque ganamos un 25 % menos que los hombres por el mismo trabajo, el “techo de cristal” nos impide acceder a los puestos de responsabilidad y el sistema nos obliga a conciliar la vida familiar y laboral mediante trabajos precarios a tiempo parcial incompatibles con la independencia económica y la autonomía de las mujeres.

Somos feministas porque el trabajo doméstico, el cuidado de los hijos e hijas y la atención a las personas dependientes recae fundamentalmente sobre las mujeres, no se cuantifica ni se valora socialmente, y es aprovechado por el capitalismo para aumentar sus beneficios a costa del trabajo invisibilizado que realizamos las mujeres.
Somos feministas porque exigimos la libertad sexual, el respeto de todas las orientaciones sexuales en igualdad de condiciones, el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo y su maternidad y el derecho al aborto libre y gratuito.

Somos feministas porque el 70% de las mujeres del mundo sufren agresiones físicas, la violencia de género asesina, agrede, acosa o humilla a la inmensa mayoría de las mujeres, y esta realidad incuestionable es construida a partir de una educación basada en el miedo, que reproducimos más allá de la escuela, y que nos hace potencialmente débiles, violables, agredibles y vulnerables, cuando no somos así; y Leganés no es una excepción de esta realidad. La casa de acogida está saturada y el dinero de nuestros impuestos se invierte antes en rescatar a los banqueros que en las víctimas de la violencia patriarcal, que necesitan con urgencia vivienda, trabajo y ayuda psicológica.

Somos feministas porque el lenguaje nos excluye, la Historia nos ignora, y la educación nos moldea para convertirnos en mujeres débiles, indefensas, dependientes, sensibles y vulnerables, y en hombres competitivos, agresivos, duros, insensibles y dominantes, un modelo patriarcal vigente en la actualidad y opresivo también para los compañeros, y por eso nosotros, los hombres, también somos feministas y antipatriarcales.

Somos feministas porque estamos hartas de que la Iglesia Católica sea un poder fáctico que comprende o justifica la violencia contra las mujeres, le resta importancia a las violaciones, estigmatiza la libertad sexual, divide a las mujeres en dos categorías, sumisas o putas, y pretende paliar los estragos de la crisis presionando a las mujeres para que vuelvan al hogar.

Somos feministas porque somos personas conscientes y consecuentes con la realidad que nos rodea; y la realidad es que esta sociedad es absolutamente patriarcal. Asumimos pues, que la única manera de que este mundo sea totalmente igualitario es y será por la vía del feminismo, por el camino de la lucha contra cualquier manifestación del patriarcado.
Por tantos años de lucha, por todos las que nos quedan, porque somos anticapitalistas, antifascistas, antirracistas y antiautoritarias…. por eso somos feministas.

domingo, 3 de julio de 2011

¿Por qué se teme al feminismo?

¿Os acordais de la polémica con la pancarta de "la revolución será feminista o no será"? O incluso con la creación de la comisión de feminismos en la acampada SOL (y ahora en Móstoles). Estas reticencias son patriarcales, y vienen promovidas por el desconocimiento hacia el feminismo.
Y es que el feminismo no es algo nuevo pero lo parece porque hay que estar siempre explicandolo y justificandose. Decir que eres feminista supone el rechazo de algunxs, las risas de otrxs... El problema es que, desde el respeto, hay que decir que mucha gente no tiene ni idea de que trata el feminismo pero está radicalmente en contra...¡Basta!  Respeto para nosotrxs también.
El feminismo es una teoría (o son, puesto que hay varios feminismos), un movimiento a favor de la igualdad entre mujeres y hombres, por el fin de las desigualdades -cualquiera que sea su origen: género, raza/etnia, sexualidad, clase...-, porque se nos deje de juzgar, estereotipar, condicionar y socializar de forma distinta por nacer con pene, con vagina o ambos (la intersexualidad también existe)... Gracias al feminismo las mujeres podemos votar, podemos ir a la universidad y obtener los títulos universitarios, podemos trabajar en trabajos anteriormente vetados para las mujeres, podemos practicar deportes, podemos hacer mil cosas que antes nos estaban prohibidas, pero aún nos discriminan en otras mil (o más)... 
Pero esto no es una historia de víctimas, reclamamos nuestro derecho a ser sujetos activos de la historia que nos ha negado, invisibilizado. 
Reclamamos tener voz propia, crear comisiones u otras historias en esta lucha en la que creemos. ¿La única comisión que se pone en duda es ésta? ¿o se empieza a hablar de que hay demasiadas comisiones justo cuando sale el tema del feminismo? ¿O la única a la que se intenta meter dentro de otra comisión? ¿Jerarquías? ¿Son otros los que deciden por las mujeres? Patriarcado puro y duro. Algo huele a podrido entonces... No queremos que pase como en otras tantas revoluciones en las que las mujeres nos implicamos  por igual en el combate pero una vez alcanzado el objetivo, se nos margina. Un ejemplo claro, la revolución sandinista (ahora mismo en Nicaragua el aborto está prohibido en todos los casos sin excepción, hasta el terapéutico).
 
Y como decía un compañero, dejad de tenerle miedo a las palabras, llamemos a las cosas por lo que son, llamemos feminismo a lo que es feminista y además de revalorizar el nombre, reconoceremos la lucha de las feministas que nos precedieron y a las que tanto les debemos. 
Estamos hartas de que se nos considere un colectivo discriminado más porque somos el 50% de la población (al menos en el Estado Español, en India o en China empiezan a ser menos por la cantidad de feminicidios y feticidios femeninos). Las mujeres no somos un colectivo como tal, se nos discrimina de forma múltiple cuando pertenecemos a algún colectivo: inmigrantes, lesbianas, trans... 
Y que no nos vengan con que la igualdad está conseguida, están las estadísticas del INE que dicen lo contrario, estamos nosotras para decirte lo contrario, no tienes más que contar las mujeres víctimas de la violencia machista (hoy han asesinado a dos) o encender la tele y ver el uso del cuerpo de la mujer que se hace en publicidad y en algunos programas de televisión (que parece que estamos volviendo a la época de las Mamachicho) o fijarte en como habla la gente a las niñas pequeñas y como hablan a los niños, o que regalos se les hacen a unas y a otros, etc. etc. 
Y se que es difícil darte cuenta cuando has sido socializado en un sistema patriarcal, analizar tu posición de poder y cuestionarla. Cuestionar los privilegios que se tienen por el hecho de nacer con pene, y más si es un pene blanco heterosexual occidental. Piensalo. Deja de reproducir el sistema, asume que no es justo y únete a la lucha feminista. Comienza con las pequeñas revoluciones cotidianas :)

¡VIVA EL PENSAMIENTO CRÍTICO!
¡VIVA LA LUCHA DE LAS MUJERES! 
¡VIVAN LOS HOMBRES FEMINISTAS O PRO-FEMINISTAS!
¡LA REVOLUCIÓN SERÁ FEMINISTA O NO SERÁ!