viernes, 2 de noviembre de 2012

¿Tacones? No, gracias...

Ayer estaba tomando algo en un bar con un grupo de amigxs cuando en la televisión salió un video de la cantante Macy Gray en el que aparecen mujeres maquilladas y con taconazos jugando al futbol. Y... Surgió el debate sobre los tacones... Y yo que siempre pensé que las feministas deberíamos quemar de forma simbólica tacones, me encendí un poco cual hoguera...

Quien defendía los tacones apelaba a la libertad de las mujeres para llevarlos porque ellas se sienten más guapas, porque los tacones estilizan las piernas... Desde el respeto, discutimos porque esa argumentación no me sirve para justificar la utilización de un elemento de tortura femenino: 

Los tacones los usan las mujeres porque "tienen libertad para usarlos", porque "quieren usarlos"...  En una sociedad capitalista de consumo en la que los deseos son creados por otros, por aquellos que tienen la hegemonía económica y cultural, ¿cuánta libertad para decidir si queremos o no llevar tacones tenemos cuando lo que se busca es sentirnse guapas, triunfar, ser objeto de deseo, sobresalir? En la televisión todas las mujeres aparecen con taconazos... Todas esas mujeres que sirven como modelos de referencia para la juventud, o esas que gustan tanto a los tíos, o esas que parecen tan seguras de sí mismas... 

Son un elemento de tortura femenina, que no se puede defender apoyandose en la libertad individual propia del liberalismo puro, como todo, ha de ser analizado dentro de un contexto socioeconómico, un patriarcado capitalista. Lo que se busca, como con otras tantas cosas, es la hiper-feminización de las mujeres basada en la obedienza a lo establecido... Una hiper-feminización que supone un ideal inalcanzable para muchas mujeres, un modelo hegemónico al que quizá se acercan si se maquillan muchísimo (de tal forma que no parezcan ni ellas), si usan tacones, si usan los vestidos propios de una mujer... En fin, me quedo con los pequeños retos o la subversión al género que plantean las mujeres que no piensan ni utilizan aquello que "te hace sentir una mujer real", así como de los hombres que no llevan o piensan como un "hombre de verdad" y desafían los roles y normas socialmente establecidos para unos y para otras... 

Me dicen: "¿entonces tú te crees más libre que aquellas que usan tacones?" No se si más libre, pero quizá más consciente de lo que es el género (y mucho más cómoda, que duda cabe). Igual que quizá quien hizo la pregunta se siente más consciente de la opresión de clase que otras personas... Tengo amigas, familiares que usan tacones, para estar más guapas, quizá para empoderarse... Pero creo que el empoderamiento hay que hacerlo de otra manera y no como marcan las mujeres de clase media de Sexo en Nueva York.
No me sirve si sabemos mucho del capitalismo y no sabemos nada sobre el patriarcado. No me sirve. Y es que en una sociedad realmente libre e igualitaria me daría igual que quien quisiese llevase tacones porque estos no serían el símbolo de una opresión, pero en una sociedad libre e igualitaria ¿quién iba a querer o necesitar llevar un complemento de moda que ejerce tal dolor y la inutiliza (no olvidemos que con tacones poco se puede hacer) para gustarse a sí misma o gustar a los demás? No habría necesidad porque el gustarte a ti misma o a los demás no dependería de algo tan superficial. ¿Utópico? 



 Lo único para lo que les encuentro utilidad...