viernes, 25 de mayo de 2012

¿De qué hablan cuando hablan de reglamentar la prostitución? Desmontando mitos

Cualquier persona que quiera "libremente"* ejercer la prostiución puede darse de alta como autónoma en la seguridad social como prostituta, o como masajista si lo prefiere (lease la noticia referente a la jueza Gloria Poyato que en octubre de 2011 se dió de alta en la Seguridad Social para demostrar que era posible).
Es cierto, pueden trabajar como autónomas pagando impuestos con plenos derechos a la sanidad y a la jubilación tras cotizar el largo periodo necesario. 

Entonces... ¿de qué hablan cuando se habla de reglamentar la prostitución? ¿por qué la inmensa mayoría no se dan de alta como autónomas? 
Pues bien, en primer lugar, cuando se habla de reglamentar la prostitución se habla de la intervención del Estado en la regulación de las conductas sexuales dentro de una sociedad. Que el Estado controle e identifique quien se prostituye, sin centrar ningua atención sobre los demandantes.  Hay varios tipos de reglamentación, pero todas y especialmente las que conocemos en Europa, benefician a los "empresarios del sexo" y como queda demostrado, en poco benefician a las mujeres prostitutas, puesto que en Holanda sólo un 20% aproximadamente de las prostitutas se han dado de alta como trabajadoras. 

Y así contestamos a la siguiente pregunta ¿por qué no se dan de alta? Pues bien, es fácil, en primer lugar, dedicarse a la prostitución es algo duro y aunque lo hagan "libremente" la mayoría de ellas preferirá llevarse el dinero limpio, tras el esfuerzo realizado. En segundo lugar, ¿cuantas lo ejercen "libremente"? No se darán de alta aquellas que están forzadas a realizar este "trabajo", que son la mayoría de las mujeres en situación de prostitución en el Estado Español. 
Por otro lado, no todas las que lo ejercen "libremente" están a favor de la reglamentación, porque muchas lo hacen de forma temporal o eventual o para complementar otra actividad en un periodo determinado de su vida y no quieren que se las señale como prostitutas porque el estigma social está ahí, eso es innegable. 

Pero para terminar con el estigma social no hay que reglamentar, no. Estoy cansada de este debate, y por eso me está gustando tanto el libro de Beatriz Gimeno "La prostitución". 

Hay que cambiar el enfoque, analizar en profundidad el fenómeno, pensar los diferenciales de género, clase y orígen que se dan en torno a la prostitución, y poner en el centro del debate la construcción de la masculinidad heterosexual hegemónica, y como ayer me dijo una compañera del movimiento también la homosexual porque la prostitución también se da.
La demanda, en un 99% de los casos es masculina, en su mayoría heterosexual pero también homosexual. Y la "oferta" (utilizando así este maldito lenguaje capitalista) está conformada en su mayoría por mujeres, y en porcentajes más minoritarios por transexuales y por hombres homosexuales. 

Como anticapitalista y antipatriarcal, como feminista, estoy en contra de la reglamentación de la prostitución, aunque eso sí, me solidarizo con las mujeres en situación de prostitución, porque una cosa no quita la otra. Porque estoy en contra de que el sexo sea entendido como un artículo de consumo más dentro de esta sociedad consumista capitalista, porque estoy a favor de humanizarnos y que el intercambio sexual sea un intercambio mutuo de placer, sin necesidad de que haya relación afectiva de por medio, pero sí empatía y reconocimiento de la subjetividad de la persona que tenemos enfrente. Que el poder del dinero no marque la capacidad de decisión sobre nuestra sexualidad, que por tener dinero nadie pueda decidir usar un cuerpo u otro, sin que ese cuerpo, esa persona, quiera.



* El libremente entrecomillado viene porque no hay libertad sin igualdad y porque ¿de qué libertad estamos hablando cuando  la prostitución parece la única salida para muchas mujeres que están viviendo situaciones de extrema pobreza? La prostitución de mujeres originarias del Estado Español está creciendo debido a que la crisis-estafa capitalista parece no dejarles otra opción.

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